Queridas amigas, Martine y Philippa:
Me gustaría pediros un gran favor, el cual significa muchísimo para mí. Después de mi ruptura contigo, Martine, no me quedó más opción que ir a París a olvidar todo lo sucedido entre nosotros. La noche de mi llegada fui a un bar a ahogar mis penas en alcohol, y a la salida encontré a Babette, sola y con ganas de "ayudarme". La invité a mi casa y pasamos la noche juntos. A la mañana siguiente, ella me dijo que estaba casada, que odiaba a su marido y que no sabía que hacer tras lo sucedido la anterior noche. Yo, que estaba aun más confundido que ella, decidí llevar a Babette a su casa y que ella le contara lo había pasado a su marido. Lo hizo y la reacción del Señor no fue la esperada pues después de la charla quería matarla. Babette vino lo antes posible a mi morada y me contó lo sucedido. Por suerte, no la alcanzaron.
Ella huye de París, de sus recuerdos y también de su vengativo marido. Por favor, espero que la ayudeis y que la acojais como si fuera una de vosotras. Además, es buena sirvienta y una mujer muy trabajadora que nunca se queja de nada. Espero de todo corazón que me ayudeis, de verdad.
Disculpad las molestias, un cordial saludo desde París:
MIGUEL
Me gustaría pediros un gran favor, el cual significa muchísimo para mí. Después de mi ruptura contigo, Martine, no me quedó más opción que ir a París a olvidar todo lo sucedido entre nosotros. La noche de mi llegada fui a un bar a ahogar mis penas en alcohol, y a la salida encontré a Babette, sola y con ganas de "ayudarme". La invité a mi casa y pasamos la noche juntos. A la mañana siguiente, ella me dijo que estaba casada, que odiaba a su marido y que no sabía que hacer tras lo sucedido la anterior noche. Yo, que estaba aun más confundido que ella, decidí llevar a Babette a su casa y que ella le contara lo había pasado a su marido. Lo hizo y la reacción del Señor no fue la esperada pues después de la charla quería matarla. Babette vino lo antes posible a mi morada y me contó lo sucedido. Por suerte, no la alcanzaron.
Ella huye de París, de sus recuerdos y también de su vengativo marido. Por favor, espero que la ayudeis y que la acojais como si fuera una de vosotras. Además, es buena sirvienta y una mujer muy trabajadora que nunca se queja de nada. Espero de todo corazón que me ayudeis, de verdad.
Disculpad las molestias, un cordial saludo desde París:
MIGUEL